Cómo protegerte de los virus más perjudiciales para tus dispositivos (I)

Los virus que circulan por la red se cuentan por miles, y cada día aparecen nuevos peligros y amenazas para los internautas más confiados. Podría decirse que han ido ampliándose paralelamente a la historia de la informática: troyanos, cracks, mods, phising, macros, gusanos…los delincuentes cibernéticos se las vienen ingeniando desde los años 70´para hacer de las suyas e hicieron que en los 80´se popularizara o se hiciese casi obligado el uso de antivirus en las computadoras de la época y hasta hoy.

Ser víctimas de uno de estos «malware» puede provocarnos un auténtico quebradero de cabeza y en el peor de los casos, dejar inutilizables nuestros dispositivos. Para navegar tranquilos, hay que estar bien protegidos, conocer sin alarmismo los riesgos reales a los que nos enfrentamos y seguir una serie de recomendaciones.

Lo peor de ser infectados es que cuando nos percatamos del ataque, en la mayoría de las ocasiones es tarde para reaccionar. Por tanto, lo más recomendable es la prevención, instalar un antivirus actualizado y estar alerta para detectar e identificar cuanto antes los indicios que pueden evidenciar un posible peligro informático.

Un buen punto de partida es estar atentos a picos de actividad elevados en el control de nuestro consumo de datos a través de una gran cantidad de descargas o la aparición inesperada de anuncios y contenidos publicitarios. Estas señales pueden darnos pistas para localizar la presencia de programas “maliciosos” en nuestras tablets, smartphones o equipos. Dificultades al arrancar , bloqueo del teclado o el disco duro, o petición de password no configurados, pueden indicarnos que algo no va bien. Si los programas ralentizan su ejecución, lo archivos se ejecutan mal, surgen de forma repentina o se borran inexplicablemente, cambian su longitud o fecha original, o mucho peor surgen con directorios extraños, debemos desconfiar.

A continuación, partiendo de la premisa de la precaución, enumeramos más consejos para conseguir minimizar los riesgos de sufrir un ataque informático:

1. Conexión segura

Es importante evitar el uso de redes Wi-Fi públicas o no seguras. Si resulta indispensable la conexión a este tipo de red, es preferible elegir una red privada virtual (VPN). Una VPN mantiene segura la información privada y se asegurará de que los datos vayan directamente desde el dispositivo hasta donde éste se conecte, sin riesgo de ser interceptada.

2. Actualización de dispositivos

El uso de versiones antiguas de software puede conllevar exposiciones a posibles vulneraciones de seguridad.  Es importante cuidar y mantener que tanto el sistema operativo como las aplicaciones sean actualizadas periódicamente, por nosotros mismos o con una configuración automática.

3. Correos electrónicos

La mayor parte de los malware que llegan a nuestros dispositivos lo hacen a través de nuestra bandeja de entrada de correo electrónico. Al descargar archivos adjuntos estos pueden infectar por completo nuestros dispositivos, por ello es recomendable sospechar antes abrir aquellos correos electrónicos procedentes de usuarios desconocidos ya que tras ellos puede haber un virus o un remitente malintencionado.

4. Aceptación de condiciones

Es importante tener en cuenta que cada contrato o apartado de ‘Acepto las condiciones’ tiene una serie de cláusulas que afectan principalmente a la privacidad de nuestros datos, de forma que cada vez que aceptamos dichas condiciones estamos dejando las puertas abiertas a nuestra información sin ser realmente conscientes de los riesgos que dicha acción conlleva. Para evitar errores, es recomendable leer detenidamente los términos e informarse antes de aceptar.

5. Cookies

Del mismo modo, aceptar el uso de cookies en páginas webs desconocidas o sospechosas que visitemos puede dar lugar sin querer a una posible infección de nuestros dispositivos.

6. Instalación de seguridad

Una vez actualizado nuestro dispositivo, es recomendable instalar una aplicación o programa que nos facilite una seguridad completa. Se trata de soluciones para ayudar a mantenernos alejados de virus y otros malware no deseados.

Y como complemento no está de más tener instalado tanto un antivirus como un antimalware ya que, aunque aparentemente puedan parecer lo mismo, cada uno de ellos tiene una función específica. Mientras que el antivirus puede protegerte de virus comunes, el antimalware se encarga de proteger el dispositivo de infecciones más recientes y difíciles de detectar.

7. Copias de seguridad

Finalmente es necesario realizar de forma rutinaria copias de seguridad al menos una vez a la semana de nuestros sistemas operativos. Esta tarea, aunque pueda parecernos tediosa, pero puede ahorrarnos un disgusto. Evitaremos salvaguardar quizás no la más reciente, pero sí la información más importante en caso de infección por virus y posible pérdida de datos.

Cada vez son más las empresas y usuarios particulares que aplican estos consejos o buscan soluciones especializadas para mantener a raya a los virus, evitar la pérdida de información, archivos o contenidos que puedan además, dañar el sistema operativo de forma reiterada. Porque para cuidar la salud de nuestro equipo informático «más vale prevenir que curar».