Cómo hacer una contraseña segura (y fácil de recordar)

Un estudio reciente elaborado por la consultora SplashData demuestra que los usuarios de Internet tenemos poco en cuenta la seguridad de nuestra cuenta. En 2017, las contraseñas más usadas fueron “123456” y “Password”, ambas muy fáciles de ser adivinadas por los hackers.

Por si fuera poco, casi el 50% de los usuarios utilizaron nombres, jergas, palabras o contraseñas triviales, como por ejemplo el nombre de la plataforma donde se registraron. Esto, unido al hecho de que España fue el país de la Unión Europea con más robos de identidad en 2017, hace que debamos de tomarnos muy en serio la seguridad de nuestras cuentas.

A la hora de establecer una contraseña hay una premisa clave: cuanto más larga, más segura. Los expertos recomiendan un mínimo de 10 caracteres, y mezclar letras con números, signos y mayúsculas es también casi obligatorio.

Sin embargo, estas contraseñas son a menudo difíciles de recordar. Por ello es aconsejable usar reglas nemotécnicas con las que fácilmente podremos asociar la contraseña con la plataforma correspondiente.

El método PAO, creado por la Carlegie Mallon University, es uno de los más sencillos y eficaces. Este consiste en estructurar siempre las contraseñas en forma de frase “Sujeto+Verbo+Acción”, pero con palabras inconexas que sean fáciles de memorizar

Por ejemplo, si uno es de Granada y le gusta mucho conducir y el fútbol, podría establecer contraseñas como “MessiConduceAlbayzin”, “CristianoConduceMotril” …

Si se utilizan guiones, signos de exclamación o números, todavía mejor : “CR7_Conduce_Guadix?” sería una clave indescifrable.

Una posibilidad para recordar qué contraseña pertenece a cada plataforma es comenzar la clave con la letra inicial de la web en cuestión. Es decir, para Youtube, podríamos usar “YogurComeTubo66!”.

Otros trucos para hacer que tus claves sean imposibles de hackear está en usar códigos que simulen emoticonos. Por ejemplo, una posible contraseña sería “Hola:)IntentaAdivinar!:P”

De todas formas, hay vías menos laboriosas para recordar las contraseñas. Guardarlas en el navegador web es una opción segura, siempre que el dispositivo sea propiedad únicamente el usuario.

Los usuarios de Apple también pueden hacer uso del llavero de iCloud, donde la información de contraseñas y tarjetas de crédito se guardan a través de técnicas de encriptación mientras el usuario las tiene disponibles en todos los dispositivos vinculados.

¡Que en 2018 tus contraseñas sean a prueba de hackers!