Claves en la redacción de entradas para un blog (I): El título
Una vez se decide comenzar a escribir un blog y se tienen claro qué contenidos incluir y cómo se va a desarrollar hay que tener presente igualmente una serie de pautas a la hora de redactar las entradas, que pueden ayudar a darle una mayor difusión.
Un texto ameno que entretenga y/o que aporte información y nuevos conocimientos al lector le hará, no sólo volver a visitar la bitácora, sino también recomendar su contenido a través de las redes sociales. Sin embargo la puerta de entrada a las publicaciones son los títulos: frases claras y directas que, especialmente, tienen que llamar la atención.
¿Se escribe antes de continuar con el resto del texto o una vez se haya finalizado? Hacerlo al comienzo permite tener en mente desde el principio el tema del central a la hora de redactar la entrada, y al final puede ayudar a resumir el contenido del post. Sin embargo, sea cual sea la fórmula elegida, no se puede caer en el error de pensar que su redacción no tiene tanta importancia como la del resto del texto. Nada más lejos de la realidad. Merece la pena dedicar tiempo a las palabras que encabezarán la entrada ya que de no ser así, será lo primero y lo último que sea lea.
En Internet está lleno de listas con consejos sobre cómo escribir un título pero aplicarlos dependerá del tipo de contenido de la bitácora: no se capta igual la atención entres los aficionados a los videojuegos, los interesados el mundo de la Bolsa o quienes buscan información sobre un tipo de ruedas para su coche. Sin embargo si hay una serie de características esenciales que no hay que olvidar.
- Concisión: Como dice el refrán «lo bueno si breve, dos veces bueno», de ahí que no sea recomendable el uso de más de 13-14 palabras. De hecho, Google sólo muestra como máximo 70 caracteres en los títulos. Además, esta cifra supone la mitad de caracteres permitidos en Twitter, lo que deja espacio para adjuntar el enlace al blog, alguna etiqueta (hashtag) o incluso un pequeño comentario a un tuitero que lo quiera citar.
- Palabras claves: La temática (o términos relacionados) sobre la que gira el post debería estar recogido en esa puerta de entrada, especialmente al comienzo del título. Esto permitirán mejorar la optimización y posicionamiento en los motores de búsqueda o como se denomina por su siglas en inglés, SEO (Search Engine Optimization). El empleo de la almohadilla (#), tal y como se usa en las redes sociales, está cada vez más extendida, por lo tanto se puede acompañar junto a las palabras clave que aparezcan en el título. Eso sí, nunca más de dos en cada inicio.
- Tendencia/Actualidad: Es bueno conocer qué información están buscando los internautas y con qué términos para emplearlos igualmente en los títulos, palabras que en parte se pueden conocer con la herramienta que facilita Google para ello. También siempre será positivo comprobar en los motores de búsqueda el título que se ha pensado, para poder conocer hasta qué punto se están empleado las mismas palabras en otras bitácoras.
- Expectación: La fórmula empleada puede variar, ya sea haciendo una pregunta, descubrirle al lector parte de una nueva información, una lista «que debe conocer» o generando debate sobre un tema de actualidad. Eso sí, siempre dejando claro el tema sobre el que se basa la publicación, para evitar caer en un título acabe no diciendo nada.
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