Del Periodismo de Guerra a la Innovación Social: Alberto López Malax, socio fundador de Ideanto
Con motivo de los encuentros Innycia que estamos celebrando a lo largo de toda la geografía andaluza, hemos estado charlando con algunas personas que consideramos ejemplos de Innovación y emprendimiento en cada una de las provincias que visitamos. En ellas buscamos profundizar en su propia experiencia, su visión de la actual situación de la innovación en Andalucía así como su opinión sobre lo que Guadalinfo y la Comunidad Innycia pueden hacer por la innovación social en nuestro territorio.
Hoy, llegando #Innycia13 a Málaga, hablamos con Alberto López Malax. Se dedicó durante años al periodismo de guerra, pero tras haber estado en conflictos de medio mundo cambió de orientación profesional y trabajó como Community Manager en Que.es. Posteriormente decidió crear su propia empresa de comunicación, Ideanto, en la que se dedican a ofrecer entre otros, servicios de comunicación digital y desarrollo.
Lo primero que le preguntamos es cómo pasó de ser periodista freelance en conflictos bélicos a montar su propia agencia de comunicación.
La trayectoria de Alberto es cuanto menos apasionante, y podría resumirse como una continua reinvención. Nos cuenta que incluso antes de terminar la carrera de Periodismo ya sabía que quería ser corresponsal de guerra, de manera que cuando se licenció hizo las maletas, buscó a un compañero de profesión, fotógrafo y se marchó a Kosovo, donde hizo sus primeros repotajes de guerra; a esta aventura le siguió Beirut, escribiendo para El Mundo y Onda Cero. A su regreso a España trabajó en Radio Municipal Rincón de la Victoria. Sin embargo, como él mismo nos dice, no acababa de “verse” en ese contexto, de forma que una vez más hizo el petate y se fue a Colombia, donde trabajó como corresponsal autónomo durante tres años. Sin embargo el trabajo como freelance no era lo suficientemente estable de manera que, para completar su estancia en este país, inició un negocio hostelero.
Tres años después, en 2004, aterrizó en la redacción malagueña del diario Qué! Fue aquí donde, en 2008 comenzó a trabajar como responsable de comunidad a nivel nacional para este medio, cuando aún en España no se sabía qué era un Community Manager. Como vemos fueron de los primeros en integrar las redes sociales con la versión digital y empresa de un periódico.
Y, ante esta interesante trayectoria, surge la pregunta: ¿en qué momento se dio cuenta de que el siguiente paso era apostar por el Social Media?. Para él este salto fue el paso natural, su trabajo le permitió detectar todo el potencial de las redes sociales, un nicho de mercado que bien explotado podría ser la base de una empresa, de manera que en 2011 fundó Ideanto junto a Ana Rocío García. Entonces empezaron con “muchas ilusiones y poco capital”, apostando por un equipo del que poder extraer su capacidad creativa, además de por la investigación y el desarrollo. Lo que año y medio después les ha llevado a trabajar con clientes como Endesa, o Telefónica.
Pero, ¿cómo reaccionan los grandes clientes cuando reciben propuestas arriesgadas?, ¿estamos en Andalucía y en España dispuestos a innovar? Alberto tiene clara la respuesta: muchas veces, más que miedo a innovar o arriesgar lo que existe es un gran desconocimiento hacia lo que hacemos, “a veces, los clientes hacen un auténtico acto de fe confiando en nosotros”. En Andalucía estamos dispuestos a innovar, quizá el obstáculo es que existe mucho apego a la tierra.
En función de la experiencia con clientes, grandes y pequeños, con los que habéis desarrollado proyectos muy diferentes entre los que se incluyen la mejora del uso de códigos QR, de plugins, además de estrategias social media, ¿Qué es para ti a actualmente la innovación? Como hemos podido observar en su trayectoria profesional, para este joven empresario innovar es muchas cosas, puede ser aprovechar potencialidades de algo que ya existe, inventar algo desde cero o compartir conocimiento. En cualquier caso, innovar es detectar una necesidad e intentar darle una respuesta ya sea a grandes empresas o algo tan sencillo como “bajar la basura de los vecinos mayores cada día por 20 céntimos”
Otro de los proyectos más destacados de Ideanto es el “Málaga Valley Networking Meeting”, ¿crees que estamos preparados para innovar en el futuro próximo? López Malax asegura que sí. “Hay mucha gente muy preparada”. Por ello además de organizar este evento anual, del que ya están preparando su quinta edición, realizan otras muchas labores de formación, no sólo de especialización sino también para colectivos desfavorecidos; además de desarrollar herramientas gratuitas. Respecto a esto, Alberto destaca que para ellos “es tan importante generar conocimiento como compartirlo”.
A todas esas personas, preparadas, que quieren convertir su idea en un proyecto o negocio real, ¿qué les aconsejarías? “Son muchos los consejos a tener en cuenta -afirma-. Es importante salir fuera, para ver lo local de otra manera, obtener nuevas perspectivas de lo que ya se conoce, enriquecerse, espabilar, aprender a valerse no como un drama sino como una manera de experimentar. También es muy importante que cuando se empieza una empresa el objetivo sea ser independiente y no depender de las ayudas. Hay que tener en cuenta que es un proceso largo, primero hay que madurar la idea, luego hay que plasmarla y presentarla al círculo más cercano, si pasa este filtro buscar expertos en tu sector y finalmente buscar los cauces y medios necesarios”.
En este sentido, la Metodología Social Mentoring, consiste en facilitar al promotor de una idea el contacto con personas con experiencia y expertos que le acompañen en el proceso de convertir una idea en un proyecto tangible. Por ello, le planteamos que, si estuviese iniciando ahora la andadura de Ideanto, ¿qué le pedirías a la Red Guadalinfo”. Como emprendedor, comenta, que le habría gustado “contar con personas que sean realistas y avisen a los que quieren empezar una empresa a qué se enfrentan. Asesoramiento real de quienes han aprendido de la experiencia vivida. Alguien que ponga mucho los pies en la tierra a quien tiene una idea, que advierta que para emprender no basta con tener una buena idea, también hay que ser empresario para crecer y beneficiar a la ciudadanía creando puestos de trabajo. Profesionales que “hagan de abuelo” porque no todas las ideas son válidas para innovar, y si conseguimos tener una idea que pueda convertirse en empresa o proyecto deje claro que un proyecto puede convertirse en un sin vivir”. Para López Malax es importante “no abusar de la palabra emprendimiento y no destacar solo la parte positiva de lanzarse a tener su propio negocio”. Según asegura, “faltan charlas de la parte negra del hecho de emprender”.
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